Decoración al milímetro.

Las imagenes que guarda de su infancia, la atracción por otras culturas y su bagaje creativo, son las bases de la decoración de esta vivienda situada en un pueblo de la Sierra Norte de Madrid.

-Todo lo que hay en la casa de alguna manera lo he hecho yo, iluminación, pintura, bricos, estanterías, alguna funda, tapizados...-nos comenta Marta.

El salón y la entrada están unidos...

-Pedimos a la constructora que eliminara puertas y muro, de esta forma se amplian ambas estancias visualmente-.

La entrada a la casa la preside un curioso cubrerradiador que imita a una chimenea.

-Cuando era pequeña vivíamos en una casa con chimenea y la recuerdo con mucho cariño, así que este, es un pequeño homenaje a aquel elemento de mi infancia que hizo que de pequeños, al salón, le llamáramos "la chimen". La hice yo misma utilizando una moldura rescatada de un armario de mis suegros.-

En el salón Marta nos demuestra su capacidad infinita a la hora de mezclar muebles:

- Los sofás son de Ikea y las butacas pequeñas son un recuerdo de familia que yo misma me encargué de tapizar. Las estanterías del salón y entrada las encargué a un carpintero y me encargué de pintarlas y montarlas, la lámpara, fue realizada por el abuelo de mi marido hace más de setenta años-

Tras cinco largos años buscando la pieza ideal, Marta encontró este chaise longue en Indonesia que, nos cuenta, es la niña de sus ojos.

El dormitorio principal, que tiene incorporado el vestidor, está presidido por un Dosel realizado por Marta (su propietaria) y un cabecero muy especial.

-El dosel, que venía de la anterior casa, lo ideé para tapar la pared que estaba muy fea, pero luego ya no puedo prescindir de él. Su elaboración es muy sencilla ya que consiste unicamente en dos barras de cortinas de madera sujetas al techo, una sobre los pies de la cama y la otra a la pared sobre el cabecero. La tela que se sujeta entre las dos barras, cae hasta el suelo en la zona del cabecero.-nos cuenta.

Mucho tiempo mas tarde encontró un biombo en el mercadillo de Becara (todos los años a finales de Mayo en Pinto, Madrid) y le pareció sencillamente perfecto para conseguir el aire ligeramente étnico que buscaba dar a la habitación. Completa el conjunto, la lámpara marroquí de estrella adquirida en el Mercadillo de Puerto Banús.

Este armario de dos puertas tambien tiene historia, la propietaria detectó un hueco y tiró la pared, nos cuenta que esta obra si le llevó mucho trabajo, sin embargo está muy contenta con el resultado ¿no es para menos verdad? La parte de arriba la destina a los bolsos y la de abajo es un zapatero.

La última adquisición de esta estancia ha sido el pequeño armarito chino, de muebles El Globo.

El vestidor es un auténtico probador, con muchos colgadores donde dejar la ropa...

La cocina transmite una sensación campestre y rural muy particular gracias al colgador central y a los diversos objetos y especies repartidos en sus paredes.

Para compensar el blanco del mobiliario se optó por muebles de madera de abedul en la zona del Office.

Y para finalizar, contrastando con la cocina cabe destacar la austeridad de este baño cornonado con una composición de fotos en blanco y negro de cuando los propietarios éran niños.

¿Qué os ha parecido la casa de Marta? Universozoe da las gracias a Marta por habernos elegido para mostrar su casa... Si te ha gustado el reportaje y quieres publicar tu vivienda envíanos un mensaje aquí o déjanos un comentario.